sábado, 6 de junio de 2009

¡Qué feliz es la suerte de la vestal sin tacha!
Olvidarse del mundo, por el mundo olvidada.

¡Eterno resplandor de la mente inmaculada!

Cada rezo aceptado, cada antojo vencido.


Alexander Pope
Eterno resplandor de una mente sin recuerdos.

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