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miércoles, 25 de enero de 2012

… Sabía lo que hacía cuando lo llevé a casa y me dejé seducir por él. Sabía que lo estaba engañando y sabía que él lo sabía también, pero no tenía nada más qué hacer en el mundo. Fue así como nos convertimos en amantes; Por mi desesperación y mi soledad. Yo veía en sus ojos lo que hubiera querido ver en los ojos de ÉL, mi verdadero amor. Sentía que al entregarme me vengaba de ÉL, me vengaba de ella y de todo aquello lo que se me había negado un par de meses atrás. Mi nuevo amante sabía que lo nuestro era una farsa, y aún así, no podía dejarme ir.


La Sombra Del Viento
Carlos Ruíz Zafón

sábado, 26 de diciembre de 2009



-Y puedo decirte cual es la peor parte?. Lo peor de todo es saber que habría funcionado.
- Que quizás habría funcionado.
- No, estoy hecho a tu medida Bella, lo nuestro habría funcionado sin esfuerzo, hubiera sido tan fácil como respirar. Yo era el sendero natural por el que habría discrurrido tu vida.. Si el mundo fuera como debiera.. si no hubieran monstruos o magía.Él es como una droga para ti, ahora veo que no eres capaz de vivir sin él. Es demasiado tarde.Pero yo hubiera sido más saludable para ti, nada de drogas, sino el aire, el Sol.
- Acostumbraba a pensar en ti de esa forma, ya sabes, como el Sol, mi propio Sol. Tu luz compensaba sobradamente mis sombras.
- Soy capaz de manejar las sombras pero no de luchar contra un eclipse


Bella&Jacob
Eclipse
Stephanie Meyer


Cuando un cristal o un plato se rompe genera sonido de algo rompiéndose. Cuando una ventana se hace añicos, la pata de una mesa se rompe, o se cae un cuadro de la pared hace ruido. Pero cuando tu corazón se rompe, el silencio es total. Es algo tan importante que piensas que su ruptura hará tal ruido que se oirá en todo el mundo, o sonará como un gong o un timbre. Pero simplemente hay silencio y entonces es cuando desearías que hubiese algún sonido que distrajese tu dolor. Si lo hay, es interno. Es un grito y nadie puede oírlo, solo tú. Es tan alto que tus oídos pitan y tu cabeza duele. Es tan salvaje, como una herida abierta expuesta a agua marina, pero cuando realmente se rompe, solo se oye el silencio. Gritas en tu interior, pero nadie puede oírlo...

Si pudieras verme ahora
Cecilia Ahern

lunes, 26 de octubre de 2009




-El mundo es eso -reveló- un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás.
No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tanta pasión que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se enciende.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Nunca un hombre está más seguro de lo que hace, que cuando un dolor prolongado no logra quitarle el aliento y derrotarlo.

Mario Benedetti
Primavera con una esquina rota

domingo, 6 de septiembre de 2009


Yo creo que a mi no me tocó destino o si me tocó se me perdió en el camino.


Adonis García
El vampiro de la colonia Roma
Luis Zapata

viernes, 14 de agosto de 2009

En vano la verdad me habla al oído,
pues juré que eras blanca y radiante,
y negro infierno eres, noche oscura.



William Shakespeare.


martes, 14 de julio de 2009




"La quiero porque yo soy el hombre más puntual de la tierra y ella, puntualmente, siempre llega tarde"

Carlos Fuentes

sábado, 11 de julio de 2009



—Hieres mi ego, Bella. Te pido que te cases conmigo y tú piensas que es un chiste.
—Edward, por favor, sé serio.
—Hablo completamente en serio —no había el menor atisbo de broma en su rostro.
—Oh, vamos —dije con una nota de histeria en la voz—. Sólo tengo dieciocho años.
—Bueno, estoy a punto de cumplir los ciento diez. Va siendo hora de que siente la cabeza


Edward y Bella
Luna nueva

miércoles, 10 de junio de 2009


-Amor, sexualidad ¿Hablamos de los mismo?
-Sí – dijo la Maga- Sí hablamos de amor hablamos de sexualidad. Al revés ya no tanto.

Rayuela
Julio Cortázar













[...] tenía ante sí a una mujer a la que había amado más allá de lo soportable y esa mujer le había amado como una histérica.

Ada o el ardor
Vladimir Nabokov

sábado, 6 de junio de 2009


El tiempo pasa incluso aunque parezca imposible, incluso a pesar de que cada movimiento de la aguja del reloj duela como el latido de la sangre al palpitar, detrás de un cardenal. El tiempo transcurre de forma desigual, con saltos extraños y treguas insoportables, pero pasa… pasa. Incluso para mi.

Bella Swan
Luna Nueva



-Entonces estuviste a punto de morir ante mis propios ojos. [...] En ese momento, todo lo que pensé fue "Ella no".




Edward Cullen
Crepúsculo













El mundo es una odiosa colección de recuerdos que me dicen que
exististe y que te he perdido.

Emily Brönte
Cumbres Borrascosas

El beso de judas


[...]Permaneció al lado de sus amigos porque pensaba que esa era su obligación. Le mató la lealtad a gentes que, cuando les llegó la hora, le traicionaron. Nunca te fíes de nadie, especialmente de la gente a la que admiras. Ésos son los que te pegarán las peores puñaladas.



Carlos Ruíz Zafón
La sombra del viento

jueves, 28 de mayo de 2009

Caja de cerillas



Mi abuela, Luz del amanecer, una india Kikapoo, decía que todos nacemos con una caja de fósforos en nuestro interior y que no los podemos encender nosotros solos. Necesitamos[...] del oxígeno y de la ayuda de una vela. Sólo que en nuestro caso, el oxígeno debe provenir por ejemplo del aliento de la persona amada. La luz de la vela puede ser cualquier cosa, una melodía, una palabra, una caricia, un sonido. Algo que dispare el detonador y encienda una de las cerillas. Cada persona tiene entonces que descubrir cuáles son sus detonadores para poder vivir, ya que la combustión que se realiza al encenderse uno de ellos, es lo que nutre de energía al alma. Si no hay detonador para los fósforos entonces la caja de cerillas se humedece y ya nunca podremos encender uno solo de ellos. Si eso llega a pasar el alma huye de nuestro cuerpo, camina errante por las tinieblas más profundas tratando vanamente de encontrar alimento por sí misma, ignorante de que sólo el cuerpo que ha dejado inerme, lleno de frío, es el único que podría dárselo. Por eso hay que permanecer alejados de personas que tengan un aliento gélido. Su sola presencia podría apagar el fuego más intenso. Mientras más distancia tomemos de estas personas, será más fácil protegernos de su soplo. El alma desea integrarse al lugar donde proviene, dejando al cuerpo inerte. Hay muchas maneras de poner a secar una caja de cerillas húmeda. Se puede estar seguro que sí tiene remedio, claro que también es muy importante encender las cerillas una por una, ya que si por una intensa emoción llegamos a encender todas de un solo golpe, se produce un resplandor tan fuerte que aparece ante nuestros ojos un túnel, esplendoroso, que nos muestra el camino que olvidamos al nacer y que a la vez nos llama a reencontrar nuestro perdido origen divino.



Laura Esquivel
Como agua para Chocolate